Esta fotografía fue tomada en el año 2006 y decidí llamarla VENTANA EN LLAMAS.

viernes, 4 de junio de 2010

POLLO CON TOCINO. LA ESQUINA encuentra en la cocina una terapia.

Compartir el tiempo en pareja, haciendo algo que ambos disfruten, es una buena terapia para alimentar el amor. Y nosotros, los miembros de LA ESQUINA, buscamos siempre tiempo para compartir. Aunque para algunos esto les sonara cursi o redundante, pues casi todos los que nos conocen saben que casi siempre andamos juntos, trabajamos juntos, salimos a divertirnos juntos y salimos con los amigos juntos; sin embargo algunas veces nos tomamos un tiempo especial y hacemos lo que más nos relaja, nos une y nos divierte: cocinar.


El tiempo que invertimos en preparar los alimentos realmente lo disfrutamos. Aunque no seamos expertos ni podamos hacer los grandes manjares, hemos descubierto que cuando se cocina con amor, la comida queda deliciosa.


Hace un par de días decidimos cocinar pollo envuelto en tocino, cubierto con una salsa de vino tinto y, acompañando al plato fuerte, unos vegetales al dente. Como entrada degustamos una deliciosa sopa de pollo con verduras.


Lo primero es lavar dos pechugas de pollo, hacer filetes de ellas, aderezarlas con sal, pimienta, un pequeño toque de mostaza y cocinarlas a fuego lento en una cacerola con una mínima cantidad de aceite vegetal y cubrirlas con una tapadera que permita la salida del vapor.


Cuando los filetes se encuentran a media cocción se retiran y se les enrollan las lascas de tocino, las cuales se sujetan al pollo con un pequeño palillo de dientes. Terminado este proceso se sofríen los filetes y se retiran del fuego cuando el tocino esté ya cocido.


Para hacer una poca cantidad de sopa ocupamos los restos (nada debe desperdiciarse) que nos quedaron de la pechuga después de filetearla (es decir los huesos y restos de carne) y junto con unos trozos de cebolla los ponemos a hervir con una mínima cantidad de agua, para que desprendan sus jugos, así nos queda de forma concentrada, casi a manera de consomé y se completa todo esto con unos vegetales, como zanahoria, chile verde (o pimentón) y papas, todos cortados en pequeños cubos. (Recuerden que la papa se debe adicionar a la sopa al final de la cocción, porque ésta se cocina rápido y con el mucho hervor tiende a deshacerse). En esta ocasión hicimos más énfasis en los vegetales verdes.


La salsa de vino tinto es muy fácil de hacer. Se colca una taza de vino tinto y se pone a hervir, cuando se ha evaporado la mitad de la cantidad inicial, entonces se le agrega crema, unas dos cucharadas o más, según el gusto, así como también un poco de sal y unas gotas de limón. Se mezcla bien todo y se le deja hervir un poco. La salsa podría sentirse un poco amarga; pero no se preocupen, colóquenla sobre el pollo a la hora de comerlo y se darán cuenta que esa combinación de sabores es muy buena.


En la cacerola donde se cocinó el pollo con tocino se saltean los vegetales (güisquil y zanahoria) rápidamente, recortados en tiras bastante delgadas (julianas) y además unas papas recortadas en rodajas para hacer contraste. Se pueden adicionar unos tomates frescos, con un toque de sal.


El amor entra por el estómago. Buen provecho.



Texto:

Érika Mariana Valencia-Perdomo

Óscar Perdomo León


Fotografías:
Mariana Soledad Guardado

Óscar Perdomo León



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