Esta fotografía fue tomada en el año 2006 y decidí llamarla VENTANA EN LLAMAS.

viernes, 21 de agosto de 2009

UN VALIOSO TESORO EN MIS MANOS.“POSTALES SALVADOREÑAS DEL AYER. 1900-1950”


Siempre me ha gustado la historia. Dos grandes temas son los que me apasionan, uno es la Segunda Guerra Mundial y el otro es la gran y desconocida Historia de El Salvador. Tanto es mi amor a ésta, que sé a ciencia cierta que en algún momento de mi vida iniciaré estudios superiores en historia.

Por cosas de la vida o el mismo azar, un día un muy buen amigo me descubrió leyendo un libro titulado: “El Salvador: Inundaciones, Incendios, Erupciones y Terremotos” de Don Jorge Lardé y Larín, éste es una recopilación de múltiples artículos que el autor publicó en El Diario de Hoy durante la década de los `70, en él hay muchas fotos de antaño referentes a muchos lugares de nuestro país; pues bien, cuando mi amigo lo vio me contó que su esposa tenía un libro de postales salvadoreñas antiguas. Me entusiasmó el hecho de poder hojear el libro, esto me llevó inmediatamente a mi niñez en donde alrededor de los 5 ó 7 años de edad me divertía husmeando a escondidas los libros de mi abuelo, quien nació allá por 1892, me fascinaba ver las fotos que éstos tenían y de vez en cuando descubría una que otra postal, mis ojos se agrandaban al ver lo bello que era San Salvador, así que cuando Jonathan –mi amigo- me contó de la colección de postales del libro mi corazón dio un brinco de alegría.

Hace unas semanas tuve el placer junto con mi familia de visitar la casa de la familia Cruz-Cuellar, es decir la casa de Jonathan y su esposa Melisa. Pasamos una agradable tarde y la atención que recibimos por parte de ellos fue de una calidad inigualable; ahí fue cuando tuve en mis manos el gran tesoro: “Postales Salvadoreñas del Ayer. 1900-1950”, del Sr. Stephen Grant, estadounidense que fue parte del cuerpo diplomático de su país en el nuestro. Él, tuvo el cuidado de coleccionar con mucha delicadeza y esmero más de un centenar de postales de nuestro terruño. Este libro muestra cien de ellas y tal y como lo afirma Pedro Antonio Escalante Arce en el prólogo, leer y ver el libro causa una mezcla de sentimientos, llámense tristeza, añoranza y/o asombro por lo que fuimos, tuvimos y perdimos.


Este libro es un verdadero tesoro, de hecho podría considerarse como una edición de lujo en la que se han visto involucrada entidades como la Fundación María Escalón de Núñez y el extinto Banco Cuscatlán. Su pasta dura con letras doradas nos invita a refrescarnos y olvidarnos del estrés diario con una breve dosis de recuerdos, ya que al abrirlo lo primero que se nos aparece son 37 pequeñas impresiones de postales de la época antes mencionada y que van desde vistas del zoológico, fiestas patronales al Divino Salvador del Mundo, hasta hacer un rápido recorrido por el San Salvador perdido. Entre prefacio, preámbulo y prólogo son 327 páginas de 30cms x 29 cms, recorremos entre postales del comercio, puertos, plazas, teatros, iglesias, líneas férreas, parte de la nutrida historia nuestra. Se encuentra dividido en seis apartados más la enriquecedora sección de anexos.



Acá encontramos historia de las personas que distribuyeron las postales a lo largo del mundo, cada postal cuenta con una columna de texto que nos ubica la zona actual en donde estuvo o está la imagen tomada. También hay una breve descripción de la evolución de los materiales y medidas de las postales a lo largo del tiempo. Hay estampas de volcanes, valles y de grandes sucesos ocurridos como el funeral del querido presidente Don Manuel Enrique Araujo. Todo sustentado por una profunda investigación histórica hecha por Gustavo Herodier y Carlos Cañas-Dinarte y con la ayuda en el área de las traducciones de Marilú de Mendoza y Dorita E. de Gutiérrez, esto más la colaboración en lectura y corrección de Sarah Genton y Mario Noel Rodríguez, no dejando a un lado, por supuesto, el magnífico diseño gráfico y producción pre-prensa y la impresión que han hecho de este libro un aporte sin precedentes a la nación.

A través de esta ilustrativa recopilación podemos tener una imagen gráfica del país basada en sus edificios, vestimentas, medios de transporte, recreación y compararla con la actualidad y la explosión demográfica a la que estamos sometidos y sus consecuencias, muchas veces irreparables.

El aporte educativo de esta obra supera a muchas otras debido a la base en que se ésta se encuentra cimentada: la fotografía, gran aliada en la conservación y difusión de la memoria histórica de todos los pueblos. Muchos de nosotros desconocemos las grandes bellezas que hemos sido capaces de tener en El Salvador y, que lamentablemente, hemos dejado escapar ya sea por los terribles acechos de los desastres naturales e incendios o por la dejadez y poco ánimo de jefes de estado y sociedad por conservarlos.


El 19 de agosto de 2009, tuve la gran suerte de que Melisa de Cruz, por medio de su esposo Jonathan, me obsequiara este inigualable caudal de conocimiento, y cuyo generoso gesto confieso que estuvo a punto se sacarme las lágrimas, hice muchas piruetas para no quebrar la voz al recibirlo.

Muchísimas gracias Melisa y Jonathan. Gracias por la sincera amistad hacia mi familia. Estoy eternamente agradecida.

Texto:
Érika Mariana Valencia-Perdomo


Fotografías extraídas de “Postales salvadoreñas del ayer. 1900-1950”

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, que impresionante es una de las informaciones mejores que he visto, gacias por hacer cultura.
RV.

Érika Valencia-Perdomo y Óscar Perdomo León dijo...

Gracias a usted, RV, por tomarse el tiempo de comentar en nuestra bitácora.

Carlos Cañas Dinarte dijo...

Siga adelante. Nuestra aldea wanaka necesita a más gente apasionada que se dedique al rescate de nuestra historia. Carlos Cañas Dinarte

Érika Valencia-Perdomo y Óscar Perdomo León dijo...

Sr. Dinarte: Gracias por su comentario y ha sido una agradable sorpresa saber que gente que ama la historia se de una vueltecita por esta esquina. Erika Valencia.

Érika Valencia-Perdomo y Óscar Perdomo León dijo...

que lindo blog me encanta sigan no lo abandonen

Érika Valencia-Perdomo y Óscar Perdomo León dijo...

ese comentario fue de daniela como no tengo ningun nombre aparece de erika y oscar pero no