Esta fotografía fue tomada en el año 2006 y decidí llamarla VENTANA EN LLAMAS.

martes, 28 de abril de 2009

EMBARAZO EN LAS ADOLESCENTES


Es preocupante que en el departamento de Cabañas la cantidad de adolescentes embarazadas no parece que vaya a disminuir, por el contrario cada día se reciben en hospitales y unidades de salud más embarazadas que rondan los 14 y 18 años. Las jóvenes en su mayoría inician su vida sexual a un promedio de 14 años de edad, gran parte de esta población no puede leer ni escribir o el mayor estudio realizado ha sido hasta segundo grado y escriben sus nombres con suma dificultad y con graves errores ortográficos.

Dejando de lado la cuestión moral o de prejuicios que podamos tener con respecto al sexo, el problema es que una jovencita embarazada a tan temprana edad carece de medios económicos para sostener a su hijo de una manera digna; psicológicamente aún conserva la mentalidad infantil y difícilmente reacciona de forma adecuada ante la enfermedad o las emergencias de su hijo. Carece del compromiso y la entrega que necesita un hijo. Físicamente su cuerpo no se encuentra totalmente desarrollado y aunque muchas externamente se vean desarrolladas completamente, internamente sus órganos reproductivos aun se encuentran inmaduros.



Y si a esto agregamos los problemas que durante el parto puede desarrollar una jovencita de tan corta edad (hipertensión arterial, convulsiones, hemorragias, etc.), nos damos cuenta que es más valioso el no embarazarse a tan corta edad. Además es verdaderamente injusto condenar a los hijos a una vida de pobreza, de analfabetismo, negándoles toda posibilidad de superación, todo por el simple hecho de no dar de forma adecuada y oportuna una adecuada educación sexual a los adolescentes (hombres y mujeres). Es triste ver jóvenes de 19 años con 4 ó 5 embarazos y de éstos uno ó dos han terminado en abortos.



No estoy en contra de que una pareja que se ama tengan relaciones sexuales de forma responsable; estoy en contra de los embarazos no deseados, estoy en contra de los padres irresponsables que abandonan a las jóvenes madres a la deriva, estoy en contra de los hijos que crecen en hogares de pobreza y carentes de amor, estoy en contra de los hijos que crecen descarrilados y sin una pizca de identidad familiar. Caldo de cultivo de las maras.

Los embarazos en las adolescentes no favorecen a nadie, sólo favorecen al círculo vicioso de pobreza e ignorancia que inundan a nuestra querida patria.

En los padres y madres de estos adolescentes hay una gran responsabilidad. Ellos están obligados a hablar con sus hijos sobre cómo prevenir los embarazos, explicar las consecuencias de estos arrebatos de pasión y desenfreno hormonal, pero es difícil pensar en que esto cambiará sobre todo porque muchos de estos padres son analfabetas, desconocen los riesgos de los embarazos en adolescentes o son emigrantes hacia los Estados Unidos (principalmente) y sus hijos quedan a expensas del “cuido” de los abuelos ya ancianos o enfermos, de los tíos o vecinos de “confianza”.


Los indicadores demográficos según DIGESTYC para el año 2008 fueron de embarazos esperados en adolescentes de 27,714 y partos esperados en adolescentes de 25,448.

Según el último censo de población y vivienda 2007, somos un país joven, debido a que casi el 35 % de nuestra población tiene entre 5 y 19 años de edad.

Estos datos alarmantes no son ciencia ficción, sino la cruda realidad. Esperamos que el nuevo gobierno de Mauricio Funes tome en serio estos datos y se vaya directo a la raíz del problema. Ciudad Mujer podría ser un paliativo; pero el trasfondo del problema es la pobreza y la baja educación de nuestro pueblo. El problema no es sólo del ministerio de salud, es también de educación, economía. El problema es la histórica falta de sensibilidad social de nuestros gobiernos.

ÉRIKA VALENCIA y ÓSCAR PERDOMO LEÓN