Médicos que además de ejercer su profesión dedican su tiempo al cultivo de algún deporte o arte, son muchos en nuestro país y el mundo, como por ejemplo, el caso del recordado médico y escritor Melitón Barba. Pues bien, en esta misma línea podríamos hoy incluir al Dr. Reyes Barahona, médico cirujano y coloproctólogo salvadoreño, quien tiene su clínica privada en Sensuntepeque, y quien como pasatiempo tiene un arte difícil de realizar y para el cual se necesita mucho talento: la pintura.
En sus ratos de ocio y para expresar sus sentimientos o interpretar la realidad de otra manera, dedica sus horas a pintar. Como, según nos relató, nunca ha recibido clases de pintura, lo hace de una manera empírica y autodidacta.
Algunas de sus pinturas se encuentran en su clínica y otras en su casa de habitación. Le gusta mucho trabajar el óleo. Muchas de sus pinturas están basadas en paisajes salvadoreños o inspirados en sus hijos.
Y como las imágenes hablan más que mil palabras, pasaremos entonces a ver algunos de sus trabajos artísticos.
Debido a los acontecimientos sucedidos en la palestra política derechista de El Salvador, específicamente en el partido ARENA, que tuvo origen con la separación de 12 de sus diputados y la posterior formación de GANA, han salido a la luz cosas muy interesantes, como las recientes acusaciones que los areneros se han hecho entre ellos mismos, las cuales son una confirmación de lo que ya era un secreto a voces desde hace mucho tiempo: la corrupción desmedida que hubo en los gobiernos de ARENA.
Primero surgen las imputaciones de traición de parte de Cristiani hacia los 12 ex-diputados areneros y la expulsión del partido del ex–Presidente Antonio Saca (por el supuesto apoyo bajo la mesa para los diputados disidentes y otras cositas más), y éstos –los de GANA- a su vez sacan a la luz sus declaraciones en un campo pagado pidiendo que se investiguen a tres ex-presidentes de la República:
1- A Cristiani por la privatización de los bancos en el país, por los millones en medicamentos vendidos por sus droguerías al I.S.S.S. y al Hospital Militar (caso Majano) y por la millonaria desaparición de abono donado por el gobierno de Japón y que después apareció en las bodegas de Cristiani Burkard.
2- A Calderón Sol por la corrupción de Credisa durante su administración, por las donaciones del huracán Mitch y por la millonaria compra de frijol a Nicaragua.
3- Y a Francisco Flores por el mal manejo de los fondos FANTEL, los millonarios préstamos para los terremotos de 2001, por los fondos de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en el 2002 y por el movimiento de fondos al exterior.
Y los ex-diputados areneros dicen literalmente que “este tipo de hechos y muchos más, nos dan la robustez moral y nos ratifica que la decisión difícil e histórica que tomamos al separarnos del partido ARENA fue la correcta” (1).
¿Robustez moral? Bueno ese sería tema para otro capítulo en la aclamada y llorada telenovela: “LA POLITIQUERÍA SALVADOREÑA”.
Sin embargo, el meollo del asunto aquí es que estos diputados han lanzado, con santo y seña, serias acusaciones públicas de corrupción en contra de tres personajes políticos de mucho peso. El deber de la Fiscalía General de la República es la de investigar de oficio estos delitos con toda la rapidez y con todas las energías que la necesidad de justicia y de conocer la verdad tenemos todos los salvadoreños. Es una acusación pública que no debe ser ignorada por la Fiscalía.
En la toma de posesión nuestro Presidente Mauricio Funes dijo: “Errar es humano, pero evitar el error es, igualmente, un atributo de todos los hombres y todas las mujeres. Y evitar el error comienza por no hacer lo que algunos ya hicieron mal en este país: gobernar para pocos, ser complaciente con la corrupción, temer y ser cómplice del crimen organizado, pactar con el atraso en todas sus formas de expresión.” (2)
Nosotros, el pueblo salvadoreño, con respecto a todo esto tenemos solamente una sencilla pregunta. ¿Cumplirá con su deber la Fiscalía?
Disculpen nuestra desesperanza; pero lo más seguro es que se pierda esta gran oportunidad de hacer justicia, en la nebulosa de las cortinas de humo que lanza la prensa escrita y televisiva controladas por la oligarquía.
Pero aún así reiteramos nuestra sencilla pregunta: ¿Cumplirá con su deber la Fiscalía?
Los salvadoreños, en esta larga e interminable diáspora, han poblado los lugares más lejanos e inimaginables. Los que se han quedado y han hecho su hogar en este o en cualquiera de los otros continentes, tienen todos algo en común: un cordón umbilical emocional que los une al pasado y a los recuerdos de su querido Cuscatlán.
Nuestra compatriota Suleima María me ha mandado desde Canadá unos poemas de su propia inspiración, de los cuales he escogido el siguiente, escrito en el año 2004, para compartirlo con nuestros amables lectores.
MIS RECUERDOS
En el inmenso trajinar de mi universo sueño dormida y sueño despierta... Y en el constante ir y venir de mis recuerdos, pasan los años de mi amor primero:
aquel que la inocencia... robome lisonjero, a quien no he visto...y todavía quiero... ¿Qué ha sido de tu vida...? ¿Por qué no supe más de ti, desde la guerra?
¿Sucedió algo que te impidió buscarme?... ¿O es que acaso dejaste nuestra tierra? Estos años de soledad los he vivido recordando tu cariño… y galanteos,
siempre erguido, elegante, zalamero, diciendo cosas lindas a mi oído... Motivabas con tu amor mi sentimiento. No te olvides de mí, yo te lo pido.
Ojalá que volvamos a encontrarnos, y que vuelvas a decirme :"Yo te quiero". La pasión despertará en ese momento. Si ya no vuelvo a verte… ¡yo me muero!
Recuerdo que alababas mi sonrisa... y además te gustaba mi mirada... mi mirada de amor porque te amaba, mi sonrisa feliz, porque me amabas.
Y ahora que los años han pasado no he vuelto a verte dulce lisonjero... Y aunque la ansiedad a veces me acongoja, me siento a veces frágil… cual la hoja
del árbol ¡y abatida por el viento! Mas frágil y sutil mi pensamiento crea un verso por ti, en un momento.
En el marco de las celebraciones de las fiestas patronales de Sensuntepeque en honor a Santa Bárbara, El 28 de noviembre de 2009 se llevó a cabo en la Casa de la Cultura de la localidad un acto muy importante en donde se dan a conocer y se estimulan a todas aquellas personas que dentro de sus quehaceres diarios son considerados como valores sensuntepecanos, debido a la dedicación y esfuerzo con la que realizan sus trabajos –se incluyen joyeros, fotógrafos, modistas, panaderas, pintores, músicos, profesores, etc. Esta celebración se hace anualmente desde hace seis años, gracias a la Lic. Mercedes Miranda, quien ha tenido la magnífica idea de crear un salón de personalidades sensuntepecanas, el cual se encuentra en la Casa de la Cultura. La conducción del evento está a cargo de la misma Lic. Miranda, quien ha logrado convertirlo en grata tradición novembrina; el plato fuerte –por así decirlo, debido a la importancia que ha cobrado este acto en Sensuntepeque- es la inclusión de la premiación de los Juegos Florales departamentales.
Mercedes Miranda
Este año, asistieron además del público en general, algunas autoridades locales y nacionales, como el Licenciado Ricardo Bracamonte, director nacional de promoción y difusión cultural. Ahí se premió a la ganadora del primer lugar en la rama de cuento, Nidia Yamileth Quinteros, y también se galardonó a la ganadora del primer lugar en la rama de poesía, Stefany María Escobar Calles.
Ricardo Bracamonte y Stefany Escobar
Nidia Quinteros
Quiero agregar que este año es la primera vez que a los ganadores se les publica tan rápido, de tal manera que el libro con los trabajos ganadores fue entregado el mismo día de la premiación. Algo inédito en este país. ¡Qué bueno que así haya sido! Porque muchos ganadores de los juegos florales de tantos años atrás aún siguen esperando que se les publiquen sus trabajos ganadores. Por su puesto que hay que aclarar que esas publicaciones eran responsabilidad de los anteriores gobiernos de derecha.
Francisco Barrera
Volviendo al acto cultural organizado por Mercedes Miranda y con el auspicio de la Casa de la Cultura, no quiero dejar de mencionar que hubo también música en vivo, interpretada por artistas sensuntepecanos. Francisco Barrera, quien recibió además un diploma de “Honor al mérito” por sus aportes al arte musical de El Salvador, interpretó hábilmente dos composiciones en la guitarra. Y los alumnos, del lúcido maestro de marimba Raúl Rodríguez, tocaron varias piezas musicales reconocidas. También hubo lectura de poemas por dos poetisas sensuntepecanas, Mercedes Miranda y Lidia de Brioso.
Raúl Rodríguez y sus alumnos
Además se le dio un reconocimiento a Robin Romeo Flores, por el bello Nacimiento que elabora en su casa todos los años durante la época de la navidad. Cabe destacar las palabras de elogio hacia el padre de Mercedes Miranda, por parte de Magdalena Alfaro, quien dijo que el profesor José Antonio Miranda dio clases de inglés todos los sábados de forma gratuita a varias generaciones.
Este día me gustaría también hablar un poco de poesía, no como experto, por supuesto, sino como espectador y aficionado lector de ella.
Escribir poesía –y escribirla bien- creo que es una de las cosas más difíciles que hay en literatura. Porque muchos hemos escrito alguna vez uno que otro poema para cumplir con alguna tarea escolar o para desahogarnos de alguna pena de amor, por ejemplo. Sin embargo, cuando un poema le toca a uno las profundidades del ser y uno percibe que ese poema viene con una fuerza intensa desde el corazón de quien lo escribe, y además uno nota que a ese poema se le ha sacado punta, cae uno en la cuenta que esos versos han sido trabajados por días desde dos puntos de vista, el emocional y el intelectual, lo cual es una conjunción que bien equilibrada puede hacer brotar capullos y hacer correr cometas en nuestros corazones. Y es ahí cuando experimentamos –lector y escritor- un placer muy íntimo, difícil de explicar.
En el caso de “Relicario de sombras”, escrito por Stefany Escobar, puedo decir que hay algunos poemas que conllevan esa delicada armonía. Algunos de sus poemas se sumergen en el erotismo, en lo íntimo. Lo grande de estos versos es el exquisito buen gusto que tiene la autora para tratar puntos tan sensibles sin caer en lo vulgar; Stefany Escobar escribe de manera libre, haciendo fluir las letras al compás de sus sentimientos. Pondré dos ejemplos para que ustedes también consigan un trago de la pócima de esa inspiración poética.
XII Me gusta tu olor cuando la noche se asoma. Me gusta tu olor penetrando en mi prosa. Es que tu olor de macho en celo, provoca que en mi cama, desnuda te espere mi boca, y con ansias y anhelos, totalmente loca, despierte en tus brazos, sintiéndome diosa.
XVII A solas me encuentro, buscando respuestas entre los espacios vacíos que dejó tu ausencia.
Desde entonces mi mente confunde las risas y las penas. Confunde hasta las escenas irreales y cotidianas de la vida en que me encuentro y desprecio, con el odio de mil y un atardeceres sin voz.
Ante este espacio tan angosto e inseguro, entre tu beso y el adiós, entre la ausencia y el rencor, desaparezco al instante de tu existir.
Indudablemente que todo poeta debe buscar la perfección (aunque la perfección sea inalcanzable), y esa búsqueda debe ser una lucha constante contra lo fácil, lo trillado, lo superfluo, para alcanzar lo original, lo trascendente, es decir, el tortuoso camino que le dará al fin una identidad propia.
Este noviembre la poesía navegó en la ciudad de los cuatrocientos cerros y se ha repetido otro mágico momento en la cultura de Sensuntepeque.
Texto y fotografías: Érika Mariana Valencia-Perdomo Óscar Perdomo León.
Autorretrato
