Esta fotografía fue tomada en el año 2006 y decidí llamarla VENTANA EN LLAMAS.

martes, 24 de marzo de 2009

¿TRABAJO O ESCLAVITUD?



















En la red pública de salud hay dos tipos de hospitales: los hospitales-escuela y los hospitales-no-escuela. En ambos hay doctores llamados “residentes” quienes son médicos graduados de Medicina General. En los primeros los médicos generales trabajan y además estudian -durante tres años- para conseguir una especialidad (pediatría, medicina interna, cirugía y gineco-obstetricia).Dentro de algunas de sus funciones están la de examinar, diagnosticar y dar la primera línea de tratamiento a los pacientes; por las mañanas religiosamente examinan, corroboran el cumplimiento de las indicaciones médicas según el expediente clínico y presentan el paciente y su evolución al médico especialista llamado “agregado o staff” (valga el anglicismo), quien ordena, avala o modifica el manejo de cada paciente.

En el segundo tipo de hospitales los médicos generales trabajan pero sin conseguir ninguna especialidad, conservando las mismas funciones y responsabilidades que los médicos en vías de especialización (residentes). En ambos casos, las jornadas laborales son excesivas, llegando a alcanzar 288 horas mensuales (en los hospitales el plan de trabajo para los médicos en cuestión son de lunes a viernes de 7:00 a 3:00 p.m. más turnos nocturnos cada 4 días y de 24 horas si son fines de semana); y en algunos hospitales donde los turnos son cada 3 días, las jornadas laborales ascienden a 332 horas mensuales (aun cuando la ley es clara y dice que ningún trabajador debe laborar más de 160 horas al mes).

Lo que el gremio médico sufre, como puede entenderse, es una violación a los derechos humanos y a los derechos laborales como trabajadores. Y los médicos no son cualquier trabajador, son, por el contrario, mano de obra calificada, con muchos años de estudio y experiencia.

Los hospitales se comportan entonces como maquilas, sacando la mayor cantidad de trabajo posible, a costa de usar la menor cantidad de médicos posible. Todos los médicos generales que laboran en hospitales nacionales (sean o no hospital-escuela) trabajan por contrato anual y al cabo de tres años los médicos generales normalmente son despedidos después de esos tres años, quedando desempleados y sin ningún amparo. Nunca hemos sabido que el Ministerio del Trabajo o los Derechos Humanos protejan a ningún médico general.

Todo médico está conciente que en algún momento debe dar mucho de sí para atender a los pacientes, pero el dar más no debe volverse una rutina institucionalizada, que explote al médico con saña. Después de 32 horas continuas de trabajo, el haber hecho lo mejor que se podía, aún sin los instrumentos necesarios o sin los medicamentos (que muchas veces faltan en los hospitales), le da al médico una sensación de heroísmo, mezclada con agotamiento. Algún médico podría decir que él ya pasó por todo lo anterior y que esta práctica siempre se ha hecho así; sin embargo el hecho de que antes se crucificaran a los que contradecían al Estado Romano y que esa fuera su rutina, no quiere decir que fuese correcta. No hay nada mejor que trabajar fresco y descansado por las mañanas.

Las largas jornadas de trabajo, sin descanso adecuado, pueden provocar un desgaste físico y psicológico muy grande en una persona. Y si a eso aunamos que el médico trabaja con personas y no con objetos o animales, entonces se puede deducir que las largas jornadas laborales no sólo están en contra de los mismos médicos, sino en contra de los pacientes, quienes en algún momento reciben atención por parte de un médico muy cansado.

Muchos médicos aman la Medicina como otros aman la comida; pero… ¿hay alguien que se pueda comer 30 platos de carne en una sola sentada? ¿Cómo se puede atender bien un paciente por la mañana, cuando durante la noche anterior y la madrugada se han visto numerosos pacientes? ¿Cómo reclamar buena atención médica de alguien que no ha dormido durante más de 24 horas? Imagínese por un momento sr. abogado, srita. cajera, sr. diputado, sra. vendedora de los mercados, que usted ha trabajado sin parar 32 horas seguidas y que no ha dormido ni comido adecuadamente. ¿Cómo se sentiría?

Aunque el gremio de enfermeras por su lado, ha conseguido conquistas y reivindicaciones laborales, también sufre de recarga de trabajo por la contratación de menor número de enfermeras del que es necesario. Lo mismo ocurre con anestesistas y otros trabajadores de la salud.

¿Trabajo o esclavitud? Los médicos, enfermeras y otros trabajadores de la salud aún están esperando que las reformas al sistema de salud sean reales y no cosméticas.

¿Trabajo o esclavitud? Los trabajadores de la salud de El Salvador aún están esperando justicia.


Texto: ÉRIKA VALENCIA y ÓSCAR PERDOMO LEÓN
Fotografías: RENATO FLORES

No hay comentarios: