Esta fotografía fue tomada en el año 2006 y decidí llamarla VENTANA EN LLAMAS.

lunes, 15 de marzo de 2010

MONSEÑOR ROMERO. Han pasado 30 años.

Pintura al óleo ubicada en la cripta donde está enterrado Monseñor Romero


Cuando uno se encuentra con tanta gente indiferente al dolor ajeno, imbuida en conductas superfluas y egoísta, y las compara con alguien que tuvo un gran amor hacia sus semejantes y el valor para denunciar tantas injusticias del sufrido pueblo salvadoreño, entonces se entiende la dimensión gigante del espíritu de Óscar Arnulfo Romero y Galdámez. Y todo lo anterior lo ejerció él en uno de los períodos más sangrientos y faltos de libertad de expresión en El Salvador. Los finales de la década de los ´70 y principios de los ´80 fue una época oscura para la civilización salvadoreña.


Óscar Romero fue asesinado por decir en público cosas que ya eran secretos a voces entre el pueblo; pero también esas cosas que dijo las salpicó muy bien de una gran sabiduría. La mayoría de las veces sus frases estaban llenas de una verdad irrefutable; y algunas otras tenían un carácter profético. Sus palabras revelaban muchas verdades que unos querían ocultar y otros estaban muy ciegos para ver.


“Si me matan resucitaré en el pueblo salvadoreño”.


Busto de Monseñor Romero en la UCA



Sus palabras afectaban no sólo a los creyentes, sino también a aquellos que no lo eran, con una fuerza implacable.



***

Hace un par de meses fuimos a la cripta donde está él enterrado y creo que ninguno de nosotros dos pudo evitar derramar un par de lágrimas, al recordar la injusticia de su muerte y la impunidad que aún persiste de este magnicidio.


A su tumba acuden creyentes y no creyentes



Este mes de marzo, a 30 años de su asesinato, queremos recordar y dar en LA ESQUINA un humilde homenaje a Óscar Arnulfo Romero.




Texto:

Érika Mariana Valencia-Perdomo

Óscar Perdomo León


Fotografías:

Óscar Perdomo León

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