Esta fotografía fue tomada en el año 2006 y decidí llamarla VENTANA EN LLAMAS.

martes, 24 de marzo de 2009

LA MÚSICA








La música es un arte que siempre me ha fascinado. Cuando era niño, en mi casa siempre había música sonando. Mi padre era un declarado amante de la música. La variedad en la música es tal como la variedad de seres humanos que habitan el planeta. Pero el gusto por la música puedo compararlo como el gusto por la comida. Nosotros a medida que vamos conociendo comidas, vamos haciéndonos el gusto. Y probar comidas nacionales y extranjeras nos amplían nuestro gusto culinario.

Hay música académica o conocida como clásica, música Jazz, Pop, Tropical, etc. La lista es casi interminable. La cantidad en la variedad es casi infinita. Cada género musical tiene un origen socioeconómico, histórico y cultural. Por ejemplo a raíz de la emigración hacia los Estados Unidos en busca de un futuro mejor se han compuesto múltiples canciones con letras que hablan de las aventuras que se pasan y de las experiencias de los emigrantes; la música Jazz se inició como forma de expresión de los descendientes de los esclavos negros que hubo en Estados Unidos, que vivían bajo la represión y discriminación allá por 1915-1920.

A cada época de la historia le pertenece un determinado estilo musical, por eso es fácil conocer la época en que se filmó una película, la situación política en la que vive un país o el tipo de personas que se desarrollan en un lugar determinado. La música es tan variada como variados son los seres humanos, pues es ella el reflejo del quehacer de las personas, es la forma de desahogo de los sentimientos buenos o malos, del pensar y del anhelo de un pueblo. Pero aparte de sus orígenes y de su variedad, la música es algo que enriquece el alma, por ello se dice que es universal, pues al escuchar la notas y acordes se puede entender el fin con el que fue creada sin importar el idioma de su autor. He allí el porqué de mi amor hacia la música.

Hay música que me ha tocado el corazón, como la de Fito Paez, Joan Manuel Serrat, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Facundo Cabral. También la música de Miles Davis, la de Bradford Marsalis y la de Charlie Parker, que es como una bellísima alucinación. La música de Beethoven, Vivaldi, la de Paul Hindemith y la de Agustín Barrios Mangoré, siempre me ha emocionado, es como mirar, dentro de mi cabeza, una construcción arquitectónica perfecta.

No es de menospreciar las corrientes actuales, sólo que no estoy de acuerdo con la falta de ingenio y gracia para concebir una nota tras otra de forma armónica y ni se diga de la ausencia total de estilo literario al escribir letras tan poco creativas como tantas hay hoy en día; pero, como habíamos dicho antes, la música es el reflejo de la situación actual de un país o una región y en nuestra América Latina y en nuestro querido país, es a veces el reflejo de la decadencia, el irrespeto y la falta de identidad y valores morales tal y como se observan en la juventud y en la sociedad en general.

Sería maravilloso que en las escuelas públicas y privadas de El Salvador, la enseñanza de la música fuera seria y profunda. Yo, al menos, no puedo vivir sin la música y creo firmemente que el mundo la necesita.

ERIKA VALENCIA y ÓSCAR PERDOMO LEÓN

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