Esta fotografía fue tomada en el año 2006 y decidí llamarla VENTANA EN LLAMAS.

sábado, 28 de marzo de 2009

ARTE y MARTIRIO

Aunque el ambiente de la UCA fue festivo este 16 de noviembre de 2008, nadie olvidaba que el brutal asesinato de los jesuitas y sus colaboradoras fue un hecho histórico que todavía conmueve a la conciencia nacional. Especialmente porque nadie ha borrado de la memoria que el crimen de los jesuitas no está totalmente resuelto: los culpables intelectuales gozan aún de impunidad.

Sin embargo, muchas personas trabajaron con amor, para conmemorar el aniversario, en efímeras obras artísticas sobre el suelo: eran alfombras que nos recordaban que en El Salvador la palabra justicia aún no suena con intensidad en las instituciones que deben proveerla; resaltaban en ellas sucesos nacionales de gran envergadura y pedían a gritos la justicia para tantas muertes que con tan solo un poco de voluntad se hubiesen logrado ya resolver, tal y como es el caso de la violación y el asesinato de la pequeña niña Katya Miranda.

Extranjeros llenos de empatía con nuestro dolor, del mismo modo participaron activamente.





La mujer, eje fundamental de nuestra sociedad, también acudió al llamado de la UCA.



Con la entrega desinteresada, personas inspiradas trabajaron sobre el asfalto de las calles internas de la UCA.

Niños y adultos de todas las edades admiraron el trabajo artístico de las alfombras

La sal y el aserrín coloridos y expresivos tomaron la forma de nuestros sufrimientos y recuerdos.





Colgada de unos árboles del pequeño bosque de la UCA, una pancarta nos gritaba que más atrás en el tiempo -en 1975- otro asesinato continúa todavía sin ser esclarecido: el injusto homicidio del gran escritor Roque Dalton.






La variada gama de intensos colores de algunas alfombras se conjugaba con los mensajes reflexivos.



Debido a que sin justicia no hay paz, los anhelos de armonía continúan intensos y latentes en el pueblo Salvadoreño.



La tradicional procesión de los farolitos se verificó con gran belleza y mucho orden. Los dibujos de los mártires tenían un acabado digno de ser admirado.















Fueron sus palabras, pensamientos y sus ideas, las que forjaron en otros, aun sin castigo, la desenfrenada intolerancia que terminó en una espantosa masacre, crímenes que en vez de silenciar las voces de los mártires, les dieron más energía para que sus denuncias se escucharan alrededor del mundo.

Cuando todos tenían temor y prejuicio por el diálogo, en los primeros años de la guerra civil, ya Ignacio Ellacuría lo proponía como la única salida coherente para el conflicto social salvadoreño.



Pero el caso más emblemático de martirio de la sociedad salvadoreña y que ha resonado en el mundo entero, ha sido el de Monseñor Oscar Arnulfo Romero. Su entrega humilde y sincera hacia el pueblo y su incorruptible denuncia de la injusticia, ha generado una cantidad ya innumerable de arte basado en su persona. Por eso los que llegaron a la celebración de los 19 años del asesinato de los jesuitas, no se marcharon sin antes admirar la bellísima y sobria pintura de Monseñor Romero que se encuentra en la capilla de la UCA.


Texto: ÉRIKA VALENCIA-PERDOMO
y ÓSCAR PERDOMO LEÓN

Fotografías: ÓSCAR PERDOMO LEÓN


4 comentarios:

Anónimo dijo...

muy interesante todo lo escrito.
Felicidades

Anónimo dijo...

esta bastante interesante y es una información bien importamte.
grtacias.

RV.

Anónimo dijo...

que bonita pajina, y buena redadccion felicidades estan haciendo algo muy bueno para
sensuntepeque, me gustaria que hicieran un reportaje sobre los poste que en ves de que los partidos politicos los pinten feo deberian estar pintados con flores o paisajes de sensuntepeque. graciasç

Érika Valencia-Perdomo y Óscar Perdomo León dijo...

Muchas gracias a todos -anónimos y RV.- por sus comentarios.

Con respecto a los postes nos parece un tema interesante y estamos de acuerdo con su punto de vista. Ojalá encontremos tiempo para hacer el reportaje que usted nos pide.

Saludos a todos y gracias por visitar LA ESQUINA.