Esta fotografía fue tomada en el año 2006 y decidí llamarla VENTANA EN LLAMAS.

martes, 15 de junio de 2010

GILBERTO VALENCIA ROBLETO Y DAVID J. GUZMAN. Mi abuelo y la Oración a la Bandera.

He andado la idea de escribir algo sobre mi abuelo desde hace aproximadamente seis meses, sin embargo por una u otra cosa lo fui postergando hasta que llegué a esta noche de desvelo en la que me encuentro escribiendo.


Son tantas las historias que puedo narrar que he descubierto con el pasar de los años y/o que oí en torno a mi abuelo, fuera de su misma voz o por algunas ajenas, que bien pudiera escribir un libro al que llamaría “Las Historias que oí”; sin embargo hoy me limitaré a contar una de las que me parecen más grandes y que le da el título al presente artículo. Este relato comienza hace unos meses cuando descubrí entre los libros de mi casa materna uno muy viejito y sin portada escrito por él y que entre otras cosas menciona su relación directa con David J. Guzmán y la Oración a la Bandera Salvadoreña, pero antes de entrar en detalle quiero presentarles a Papá Beto. Me sorprendí porque durante los años de la guerra civil, específicamente en la ofensiva de 1989, mi casa fue bombardeada y terminó incendiada y en cenizas, por lo que la mayoría de libros y fotografías de mi familia se perdieron.


Mi abuelo paterno se llamó Gilberto Valencia Robleto, nicaragüense de nacimiento y nacionalizado salvadoreño, nació el 5 de agosto de 1893 y murió el 21 de agosto de 1987. Maestro e intelectual nato. Fue profesor de algunos de los colegios “exclusivos” del San Salvador de antaño, miembro honorario del Ateneo de El Salvador y de la Academia de Antropología e Historia de Guatemala. Perteneció a la “sociedad intelectual de El Salvador del siglo XX”, fungió como pro secretario de la directiva ateneísta que tuvo como presidente a nada menos que a Don Francisco Gavidia y como vice-presidente al Dr. David J. Guzmán. No me cabe la menor duda que conoció a los grandes escritores salvadoreños de la época (Salarrué, Claudia Lars, Matilde Elena Regalado, entre otros). Uno de nuestros más grandes escritores, el Dr. David Escobar Galindo, hace unos pocos días se refirió a papá Beto de esta manera: “Don Gilberto era un señor muy digno, muy entero, muy culto. Tengo de él un muy buen recuerdo”


Ávido lector, orador, ensayista y poeta, muchos de sus artículos se publicaron en diversas revistas como Cultura y Ateneo. Escribió varios libros, entre ellos: “Un mensajero de la cultura de la hermana república de Nicaragua”, “Juicios críticos de la obra En los dominios del viejo mundo”, “Apuntes de civismo: texto de consulta para profesores y alumnos”, el ensayo “Gavidia, el amigo de Darío”, “Bibliografía martiana”, algunos de los cuales se encuentran, según he descubierto, en las bibliotecas de las Universidades de Berkley y Texas de Estados Unidos.


Este día quiero presentar textualmente lo que mi abuelo escribió en el libro “APUNTES ORIENTADOS PARA LOS ESTUDIOS DE PLAN BÁSICO, con respecto a Cívica, Moral, Higiene, Historia, Sociología y Economía, págs. 74-75”:


DISCURSO LEIDO POR MI ABUELO EN EL PARAINFO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE EL SALVADOR, CON MOTIVO DEL PREMIO “ORACION A LA BANDERA” AL Dr. DAVID JOAQUIN GUZMÁN”


“Sr Presidente de la República:

Sres. Ministros y Subsecretario de II.PP.:


“Señores:


“Comisionado inmerecidamente por el Dr. don David J. Guzmán, quien en la actualidad está algo mal de salud, para representarle en este solemne acto, séame permitido en muy breves palabras:


“Rendir, en su nombre, a los Sres. Ministro y Subsecretario de Instrucción Pública e ilustrados miembros del Jurado Calificador, los más sinceros agradecimientos por la honra singular que él tiene, al haber sido agraciado con el primer premio del Concurso de la “Oración a la Bandera”.


“Noble ideal al celebrar estos concursos que estimulan grandemente a los intelectuales; son labores de tan dignos y útiles que, en definitiva, viene a ilustrar materia tan elevada como es la instrucción popular; a coronar de inmarcesibles laureles la idea grandiosa y sublime de una Patria ilustrada, grande, próspera y cordial en el resto de los pueblos civilizados.


“Señores:


“Al celebrar este acto de carácter científico y literario, es como exaltar la mentalidad nacional, en este día de la Patria; signo de que existe en el alma del pueblo salvadoreño, el grande e inmortal amor a la Patria de nuestros Mayores.


Gilberto Valencia Robleto.




San Salvador, 13 de septiembre de 1923”



Con esta pequeña reseña, quiero rendir un muy humilde homenaje a mi abuelo y a mi padre quien lo admiró y amó tanto.


Texto:

Érika Mariana Valencia-Perdomo



Imagen de David J. Guzmán extraída de:

http://media.photobucket.com/image/david%20j%20Guzm%2525C3%2525A1n/CMJRM/National%20Museum%20of%20Anthropology%20El%20Salvador/24.jpg

La fotografía donde se está cortando la cinta simbólica fue proporcionada por la Licenciada Mercedes Miranda.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanta sus notas.. usted es una biblioteca andando... tantas memorias.. me encanta la vida antigua estaba llena de libros anectdotas musica bailes.. oajala que esas historias queden en lamene de nuestras nuevas generaciones y las guarden con el ainco que nosotros lo hacemos. felicidades de nuevo.

Érika Valencia-Perdomo y Óscar Perdomo León dijo...

Muchas gracias por tomarse tiempo para leer nuestro blog.
Saludos.

Anónimo dijo...

¡Qué lindo rescate!

A través de estas líneas quiero felicitar a la culta y encantadora Dra. Érika Valencia por ese artículo tan bonito, así como de interés, sobre su abuelito, don Gilberto Valencia Robleto.

En estos tiempos, son muy pocas las personas que conocen siquiera un poquito acerca de sus ancestros. Por ello me parece meritorio el trabajo de la Dra. Valencia acerca de su abuelito. Además de que tiene datos curiosos que vale la pena conocer.

Mis felicitaciones para ella.

Como siempre, reciban el cariño de Ana Mercedes Miranda Morán

Anónimo dijo...

Erika, mil gracias por el artículo sobre papá Beto. He de decirte que recuerdo muy bien a varios personeros del Ateneo que visitaban a Papá Beto, incluso algunos de la foto, recuerdo también cuando la sede del edificio nuevo se inauguró y algunas veces que asistí con mi tio Memo, había una foto de papá Beto como miembro honorario.

Recuerdo también cuando yo trabajaba en la Universidad Matias Delgado, el Dr. Escobar Galindo, era el vice-rector y un día platicamos de papá Beto.

Además papá Beto, fue condecorado como maestro meritísimo del sector privado y fue de los pioneros en introducir la taquigrafía en El Salvador.

Me sentí muy honrada de lo que escribiste, porque es así, y por mi papi.

Carolina Valencia.