Como es costumbre en todo el territorio salvadoreño, durante la Semana Santa se realizan alfombras de sal colorida, que son creaciones artísticas de muy corta vida, por lo mismo tienen un valor sentimental muy fuerte para mí. Y no deja de asombrarme el entusiasmo y la persistencia que la gente pone en ellas.
En este año 2010, en el barrio El Calvario de Sensuntepeque, se realizó una bellísima alfombra de sal, en la que participaron voluntariamente más o menos 70 jóvenes, bajo la batuta de los hermanos Melvis Alfaro y Saúl Alfaro.
Se empezó a recolectar dinero desde dos meses antes de la realización de la alfombra, para lo cual se hicieron varias actividades, entre ellas una fiesta en el barrio El Calvario. Además se contó con la colaboración económica de los hermanos compatriotas que viven en el extranjero. Se ocuparon 122 sacos de sal y una gran cantidad de diferentes colorantes. Al final se gastó un total de $ 1,200.oo.
El resultado final fue congelado para la eternidad, afortunadamente, por otro de los hermanos Alfaro.
Detalle de una de las alfombras
Monseñor RomeroTexto:
Óscar Perdomo León
Fotografías:
Arturo Alfaro
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