Esta fotografía fue tomada en el año 2006 y decidí llamarla VENTANA EN LLAMAS.

lunes, 26 de abril de 2010

De por qué los salvadoreños nos llamamos guanacos. UNA HIPÓTESIS VALENCIANA.


Nadie sabe a ciencia cierta el origen de nuestro apelativo “guanaco”, sin embargo eso a pocos les interesa, aunque todos los salvadoreños a lo largo de nuestra vida lo hemos utilizado para identificarnos.


“Guanaco”, en realidad tiene un significado que va más allá de identificar a una persona de origen salvadoreño, es más bien el nombre de un animal de carga, mamífero, similar a la llama, aunque es más pequeño y que es conocido por ser perezoso y poco ágil, que tiene su hábitat en la región andina.


A lo largo de mi vida he tenido la oportunidad de leer un par de teorías acerca del mencionado sobrenombre y, hoy he decidido dar a conocer la mía, misma que ha surgido después de leer algunos artículos escritos por Don Jorge Lardé y Larín, uno de los hombres más destacados conocedores de la Historia que El Salvador ha producido. De antemano, pido mis disculpas a aquellos a quienes las siguientes líneas le puedan resultar absurdas, ofensivas o faltas de pruebas, pues de hecho únicamente tengo como base los mencionados escritos que se encuentran en el libro El Salvador, Descubrimiento, Conquista y Colonización, editado en 2000 por la antigua CONCULTURA y que pertenece a la colección Biblioteca de Historia Salvadoreña.


Cuenta Lardé y Larín, que al llegar los españoles al territorio de Cuscatlán y específicamente a la región ubicada dentro de lo que hoy conocemos como Chalatenango, Cabañas y la zona vecina con Honduras, se encontraron con indígenas de origen lenca, quienes resultaron ser no muy buenos para el trabajo físico y un tanto haraganes y difíciles para aprender, y que eran conocidos por los pipiles como “chontales”, mismo nombre que ocuparon los conquistadores para la descripción de los mismos.


Durante el año de 1534, Pedro de Alvarado motivado por su ambición acompañado de su hermano Gonzalo de Alvarado, Diego Holguín y otros reconocidos hombres de conquista, acompañados por otros 600 más, partieron rumbo al Perú para participar de la dominación del pueblo Inca; en ese lugar estuvieron alrededor de tres años y muchos de estos aventureros se quedaron a poblar el Perú. Luego de Alvarado y su séquito regresaron a nuestro país para terminar con su sangrienta labor de sometimiento de nuestros antepasados en nombre de la Corona Española.


¿Habrá ocurrido que durante la estadía que Pedro de Alvarado y compañía tuvieron la oportunidad de observar el comportamiento de los animales sudamericanos conocidos como guanacos y que al regresar al territorio cuscatleco cambiaron el término nativo “chontal” por el de “guanaco”, para terminar de humillarnos y así su uso se generalizó de forma peyorativa, quedándose en el léxico local y pasando de generación en «degeneración», hasta convertirse en simplemente sinónimo de nuestro gentilicio?


Aquí les dejo mi humilde hipótesis.



Texto y fotografía:

Érika Mariana Valencia-Perdomo

Fotografía de la iglesia San Francisco, de San Salvador, El Salvador.

viernes, 23 de abril de 2010

LAS FOTOGRAFÍAS de La Prensa Gráfica, segunda parte.

A raíz del artículo LO BUENO Y LO MALO DEL CASO DE LAS FOTOGRAFÍAS DE LA PRENSA GRÁFICA. Y NUESTRA PROPUESTA. escrito en este blog el jueves 08 de abril de este año, nuestro amigo Danilo Colindres nos escribió un comentario, al cual nosotros también le damos una respuesta.




QUERIDOS PERDOMO Y ÉRIKA:

Me parece que escribieron Uds. a la carrera. Un sastre diría que al traje se le notan los remiendos y costuras.


Ya se ve que a Uds. la actitud, la autodefensa hipertrofiada de LPG –para salirse con la suya- no les interesa mucho que se diga. Califican de “bufonadas” el proceso y la sanción pero no explican por qué. ¿Quizás porque para Uds. lo que importa es discutir la ley y no los desmanes y arbitrariedades de un poderoso medio de comunicación que busca ser intocable o estar por encima de las leyes? ¿Quizás porque Uds. comparten el punto de vista de LPG en este debate particular? Porque Uds. no agregan ni quitan nada de lo que defiende LPG en lo relacionado a la ley del menor infractor: solo repiten a LPG.


También mencionan Uds. que le ley del menor es “estupida.” Para qué te mentiré: no me gusta ese adjetivo por chirriante. Supongo que Uds. como muchos están frustrados por la violencia en el país y quieren respuestas inmediatas como eficaces. La impaciencia es mala consejera: no olvidemos que entre más nos precipitemos las medidas pueden resultar más ineficaces.


Hace unas semanas Salvador Samayoa escribía en LPG (o en EDH) que, aunque el aumento de penas en realidad no se acompañaba de una disminución en los delitos, a los menores se les debía de aplicar el peso de la ley según su delito: a mayor delito mayor castigo: ojo por ojo diente por diente. Yo no estoy de acuerdo, mucho menos si se trata de menores. El castigo es otra forma de violencia y la violencia solo engendra más violencia y lo que pretendemos es romper ese círculo vicioso y no potenciarlo. El infractor debe ser rehabilitado, reeducado por el tiempo que sea necesario y por eso -y para que no dañe a otros- se le aísla (en las mejores condiciones posibles), no para castigarlo.


El criminal tiene derechos: de defenderse en un tribunal, de no ser culpable hasta que se le compruebe lo contrario. Al atraparlo es un presunto criminal que debemos someter a un proceso que garantiza la ley. Ejemplo del joven captado en flagrancia: todas las fotos que hasta hoy se han presentado no demuestran a priori que el caso es de homicidio agravado: ¿Hubo premeditación, alevosía y ventajas o siquiera intenciones? Estos agravantes debés de probarlos en juicio y fuera de cualquier duda razonable. El reo tiene el derecho a su defensa y a un abogado que la impulse*. Y si resulta que, después del juicio, no es tipificado como un delito grave, entonces ¿por qué mostrar su rostro si además tiene la oportunidad de arrepentirse y reinsertarse a la sociedad? Solo si un delincuente, a sabiendas que esta siendo filmado, comete una carnicería con su prójimo entonces estaría de acuerdo de que se trata de un delito grave aun antes de su juicio. Sin embargo, no es el caso que nos ocupa.


Tampoco es aceptable alegar que publicar el rostro era de interés público por el peligro que pudiese correr la ciudadanía desprotegida: el infractor fue capturado casi in fraganti.


Ahora los pondré a Uds. en la picota. Supónganse que un periodista diligente captura la imagen de dos féminas jóvenes que iracundas garrotean con sus carteras la cabeza de un joven caído al piso. LPG lo publica para demostrar la endémica falta de valores de la juventud. Uds. abren el periódico y, ¡OH desgracia: las protagonistas del escándalo son nuestras hijas (tatuadas temporalmente de sus brazos)! De aquí en adelante ya no serán nuestras hijas: serán las pandilleras virulentas y desalmadas de todo El Salvador porque, en lo que se averigua, sus rostros ya fueron expuestos en youtube, twitter, facebook, etc.


Tengo dos objeciones más: no es cierto que los diputados no hayan hecho nada: recién entregaron al ejecutivo pliego de reformas a la ley del menor infractor. Uds. afirman que las fotos en flagrancia no serán tomadas en cuenta en el juicio pero no mencionan la fuente de esa información.


*Por cierto que esa es una de las razones por las que no podemos enjuiciar a D’Abuisson por el magnicidio de Monseñor: post mortem no puede defenderse.


PD: Esta semana LPG entrevistó a un ecuatoriano experto en violencia, que repitió lo que Samayoa había escrito antes: mayores penas no se traducen en menores delitos (es mas, dijo que era demagógico abogar por más castigo). Agregó que la aplicación cotidiana de las leyes en vigencia si contribuye a mejorar la seguridad de las poblaciones. Entonces, al sancionar LPG se ha mejorado la seguridad de todos: es el precedente positivo que Monseñor Escobar no logra descifrar cuando decía (perífrasis): ¡“que precedente se sentaría de sancionar a LPG”!


Una encuesta a un grupo de jueces arrojó que más del 70% de ellos se sienten amenazados por los medios de comunicación, mucho más que el porcentaje que le teme al crimen organizado. Pienso que el resultado debe interpretarse vinculado al ataque despiadado de LPG a la valiente jueza de menores que se atrevió llevarlos a los tribunales para recordarles sus responsabilidades. Como dije antes LPG ha creado un ambiente hostil al proceso ordenado y desapasionado de reformas efectivas a la ley del menor infractor: ahora enfrentamos resistencia de los jueces.


Los jueces tampoco son “un pan de Dios.” Cuando no se les somete al escrutinio público se creen diosecillos infalibles. Ejercen demasiada discreción en relación a la información judicial que dan al público. Allí es donde debe de actuar la prensa, como garante del cumplimiento de las obligaciones que los funcionarios o empleados del estado han contraído con la población: se crearía un escenario perfecto donde la libertad de información se pone al servicio de la ciudadanía.


Te cuento que Funes aprobó el pliego de reformas a la ley del menor: se aumentan las penas -a criterio del juez- para ciertos delitos, y se deberá evaluar cada semestre el comportamiento de los internos ya sea para sostener, reducir o suspender las penas. ¿Cómo ha quedado la publicación de rostros y nombres? Creo haber entendido que también lo dispondrá un juez. Habrá que averiguar si la ley especifica los criterios esenciales en los que se basarán estas decisiones.


Este día (23/4) me he enterado que LPG ha pedido revocatoria a la orden de La Cámara de Menores de comparecer en audiencia junto al infractor, su abogado y su familia. Alega el abogado del rotativo que la audiencia es “desproporcionada” porque enfrenta a LPG por una falta leve al procesado por asesinato. Lo cierto es que: ¿no son el infractor y su familia los perjudicados por LPG?


Danilo Colindres.




Estimado amigo Colindres:


Gracias por detenerte un rato a leer nuestra opinión. De entrada te decimos que respetamos tu opinión y te agradecemos la sinceridad con que nos las has dicho; sin embrago no la compartimos. Aceptamos que podríamos no haber sido claros en algunos puntos y te los vamos a aclarar, aunque hay cosas que a leguas se ven y son tan obvias que para qué redundar.


Para empezar, la multa de trescientos y tantos dólares es una suma bufonesca para una empresa millonaria como La Prensa Gráfica (LPG). Creo que así como es el sapo debe ser la pedrada, ¿o no?


Nuestro artículo al que te referís trata únicamente del actuar de la “jueza más famosa de El Salvador” en los tiempos actuales y de su corta mente tanto para hacer maromas con unas fotos y por supuesto con la risible multa que impuso. Si de verdad quería dar un precedente una suma de cinco cifras hubiera estado bien, y no la ridícula cantidad que le impuso la jueza a LPG, esa es seguramente la mesada que Dutriz les da a sus hijos para que compren churros en el recreo del colegio (espero que “ridícula” no sea un adjetivo chirriante para vos).


En ningún momento hemos escrito que nos alegre que LPG quiera pasar sobre las leyes. Pero hecha la ley, hecha la trampa. Y esa la ley que protege a un criminal y no a las víctimas, es una ley más retorcida que el camino que baja de Apaneca hacia Ahuachapán. Por otro lado, LPG está en su derecho de defenderse. Y nosotros pensamos que toda ley que restrinja a los medios de comunicación debería ser derogada. El menor debe de ser protegido cuando no se le ha comprobado realmente que sea el culpable de un delito, pero si hay pruebas que lo incriminen directamente (como las fotos) entonces definitivamente debe ser mostrado ante toda la sociedad. No se puede creer que el imputado en cuestión salió de su casa simplemente a “comprar tortillas a la tienda de la esquina”, él salió de su casa portando un arma corto-punzante, ésta seguramente no sería ocupada para algún tipo de labor económicamente productiva y por lo que hemos podido captar a través del ya famoso lente periodístico que este joven en cuestión tenía muy bien puestas las agallas ya que no le importó en ningún momento el que estuviera a plena luz del día para atacar y robar. Además perfectamente apuntó el arma a la zona cardíaca, ¿coincidencia? Lo dudamos. Si hubiese sido la primera vez que delinquía no se hubiera comportado de esa forma.


Si alguna persona mata a sangre fría, mi querido Colindres, no tiene mente de niño. Este argumento para nosotros es más que suficiente para condenar a este delincuente.


Con respecto al tema que parece molestarte tanto como es el de la LPG, creenos que no nos interesa defender a este periódico como institución. Pero si avalamos la actuación del fotoperiodista.


Y si nuestras hijas fueran captadas cometiendo algún acto delincuencial sea cual fuere -con el dolor de nuestro amor de padres- obviamente deben de recibir un castigo.


Sí yo manejo a 120Kms por la carretera y la policía me para por exceso de velocidad es justo que me multen y me dejen ir, sin embargo si se ponen a revisar el sistema eléctrico, si llevo conos y extinguidor y no les importa que el motivo de manejar así es porque mi cónyuge va en el asiento de atrás con un infarto o porque está a punto de dar a luz, ¿cuál de las dos partes es más infractora e irrespetuosa con la sociedad?


No Colindres, no dejés que el legalismo te envuelva. Las leyes si están hechas para cumplirlas, pero si sólo fuera de leerlas y emitir una sentencia tal cual está escrito es igual a que tus pacientes tengan en su poder un PLM y lo consulten para saber qué medicinas comprar porque tienen disuria o amenorrea. Por eso es que hay profesionales en leyes, quienes a través de sus estudios, neutralidad, criterio y experiencia, pueden analizar cada situación en particular y brindar una pena que sea acorde al mal cometido. De lo contrario bastaría entonces, decir que sólo por el hecho de ser profesional la citada jueza se puede ir a leer un Vademecum y ya puede hacer una anamnesis, examen físico, diagnóstico y medicar a los pacientes. Y el día de mañana vos leéte de una pasadita el Código Penal y andá a suplir a la jueza un día a los tribunales y emitir sentencias a los imputados.


Creemos que las cárceles y los centros de reclusión para menores actuales están lejos de rehabilitar a los reos y que hoy por hoy son el centro de desarrollo de una buena parte de los tantos crímenes que se comenten en nuestro país. Nosotros no apoyamos el aumento de penas a los menores, pero si han cometido un delito que psicológicamente se le atribuye a un mayor de edad entonces que sea condenado como mayor de edad.


Querido Colidres, siempre es un placer intercambiar ideas con vos. Y las puertas de LA ESQUINA siempre estarán abiertas para tus comentarios. Y ojalá los bachilleres diputados de la Honorable Asamblea Legislativa, debatieran de esta manera. En algo le ayudarían aunque sea un poquito al país.



Érika Mariana Valencia-Perdomo

Óscar Perdomo León




Caricaturas extraídas de

http://www.e-faro.info/Imagenes/CHISTES/WChmes02/Acudits2006/060616.Geos.jueces.jpg

http://www.amordepapa.org/images/humor/2008-04-05_Justicia_No_Vidente.jpg